Cuando La Mecha Está Corta

Cuando La Mecha Está Corta

Hablar de “andar con la mecha corta” es reconocer que estoy a punto de llegar a mi límite.

A todos nos pasa que tenemos esos días, semanas y hasta meses en los que sentimos que no pegamos una. Simplemente nos pasa todo lo inesperado y que nos hace sentir incómodos. Sentimos que estamos siendo un imán para la calamidad, para los problemas o situaciones. Y es como un virus. Se riega en tu ambiente de trabajo, en tu casa, en la calle… Y empiezas a chocar con todo el mundo y con todo lo que te rodea. Sientes que hasta el perro de la casa te ladra sin sentido. Y admito, que como soy humana y esto NO es un blog de decir que soy perfecta, estos días (semanas) en mi vida son de esos en los que “no pego una”.

Y cuando estoy así, tengo que reconocer que “la mecha está corta”. ¿Qué significa eso? Que puedo salir disparando algo que luego, pensándolo bien, no debería. Es reconocer que estoy llegando a mi límite. Que probablemente si no pienso las cosas y hago una pausa antes de contestar, voy a decir cosas de las cuales me voy a arrepentir y a quienes menos “vela en este entierro tienen”. O, a quienes no debo decirlas. Por eso, hoy decidí abrir más este canal de comunicación con Misma y compartirles algunas cosas que he identificado de estos procesos o ciclos y que me he tenido que repetir. Cuando estés en un momento en el que sientes que “te han cambiado el jabón de bañar por el pote de sal”, que literalmente no pegas una y para colmo “la mecha está corta” intenta lo siguiente:

  • Haz una pausa y trata de reconocer que es un mal momento para ti. No solamente para otros, sino para ti. Porque tendemos en ser sensibles ante los malos momentos de los demás y hasta justificar sus malos hábitos, mal carácter y demás, pero nosotros no lo somos con nosotros mismos. Así es que detente y acepta que estás pasando por un mal momento.
  • Acepta también que a lo mejor el otro(a) tal vez puede estar pasando por un mal momento y que ya se le va a pasar. Dale el beneficio de la duda. Aunque todos sabemos que hay personas que tienen un don especial y casi divino, para joder al pròjimo.
  • Date permiso para gritar, llorar, para sentir y expresar tu coraje y frustración… Pero, de la forma adecuada y con las personas que te quieren. Sin perder el caché y sin hacer cosas que sabemos luego te vas a arrepentir. ¡Y bajo ningún concepto, rompas el celular, porque después no me puedes leer! Pero es importante que tengas tu desahogo sino “la mecha va a estar corta y pico”.
  • Pregúntate si lo que está pasando es completamente cierto o si tiene que ver con tu película mental. A veces es mitad y mitad. En ocasiones, nuestra mente salta a conclusiones y nos imaginamos cosas que no existen o nos preparamos para cosas que a la otra persona ni le ha pasado por la mente. Y es posible que no podamos tener esta perspectiva en el momento, pero después cuando estés escribiendo en tu journal, analiza qué porciento de lo que te ocurre es tu mente llegando a conclusiones vs lo que realmente son los hechos. Y les digo: a veces hasta “charra” me siento cuando hago este ejercicio.
  • Reconoce que esto es una etapa, un ciclo una mala racha. ¿Lo más importante? Va a pasar. 
  • Y si puedes dilo a otras personas para que sepan. Digo, no es que andes pregonando o te hagas un cartel que diga “hoy no estoy pa’ ti” (aunque es buena idea?). Yo al menos a las personas que estimo y que son mis amigos cercanos y familia, les digo “tengo la mecha corta”. La persona si te quiere lo valora. Respeta su honestidad. La agradece. Y corre?  a poner su vida a salvo, antes de que explotes con el (ella).Por ùltimo, andar con la mecha corta no es un estilo de vida. Es una etapa por la que todos pasamos. Si se convierte en tu día a día, hay que buscar ayuda.

Escribirles es para mí una terapia. Somos humanos y todos estamos en un proceso de aprendizaje. Si usted me ve esta semana tiene dos opciones: ¡o me abraza o protege su vida!?   Seguimos creciendo juntos, porque desahogarse y reconocerse también es conectar.

Los quiero,

Misma?