Eres Papa o Huevo

Eres Papa o Huevo

¿Papa o huevo? ¿Qué estás haciendo para balancear tu interior de manera que tengas reacciones suaves y consientes a las situaciones de tu entorno? ¿Qué estas haciendo para que tu interior no se vuelva duro con los golpes de la vida y las situaciones que te rodean?[/caption]

Esta semana nos vamos cortitos, pero sustanciosos. Alguna vez te has hecho esta pregunta importantísima: ¿si me ponen al calor soy una papa o un huevo? ?  Sé que es una interrogante de muchos. En efecto, es la pregunta más importante que te has hecho en toda la vida. ¿Verdad? ?  Debes estar pensando: ahora sí que la perdimos. De aquí a siquiatría. Pero hablemos por partes. Me vas a entender. Paciencia mi querido saltamontes.

Una papa es dura, fuerte, hasta puedes golpear a alguien con ella cuando esta cruda y dejarle un recuerdo temporero (no cojas ideas lol) pero al someterla al calor cambia a blanda. Una textura suave y perfecta. El huevo, por el contrario, es delicado, blando y al pasar por el calor cambia de consistencia a duro. También lo puedes usar para tirarle a alguien con él y le vas a dejar un recuerdito chévere (esos tiempos…?) Ahora bien, ¿te estarás preguntando que tiene que ver eso con mi vida? ¡Pues mucho! O eres papa o eres huevo.

Los seres humanos debemos evolucionar y crecer emocionalmente. Y digo debemos, porque sabemos que no todo el mundo crece en este aspecto. El crecimiento emocional, distingue a un niño de un adulto. A mayor edad y experiencias en la vida nuestra forma de reaccionar a las situaciones y procesar nuestras emociones debe haber mejorado. En algunos casos maduramos emocionalmente a tal grado que cuando sentimos coraje, ira, frustración o tristeza (emociones negativas) lo canalizamos tan perfectamente que nuestra reacción es una balanceada, consiente y sin juicios. En otros casos, los famosos “golpes” de la vida sin las herramientas necesarias para canalizarlos hacen que nuestras reacciones sean duras, violentas e impulsivas con los demás y hasta con nosotros mismos.

Por tanto, siguiendo esa línea: nuestras emociones son la papa, nuestra conciencia interior madura para canalizar las emociones es el calor de la olla. Esas emociones negativas son transformadas con el tiempo en nuestro interior en algo blando y balanceado para los demás y para nosotros mismos.  De igual forma, si nuestras emociones son como el huevo (frágil, de poca consistencia) y las sometemos al calor de nuestro interior débil y sin herramientas para canalizarlas positivamente, el producto será una reacción dura y desproporcionada. Ambos alimentos son sometidos al calor y cambian de consistencia radical dependiendo del tiempo que le dediquemos. El punto es, ¿còmo quieres ser tú? ¿Papa o huevo? ¿Qué estás haciendo para balancear tu interior de manera que tengas reacciones suaves y consientes a las situaciones de tu entorno? ¿Qué estas haciendo para que tu interior no se vuelva duro con los golpes de la vida y las situaciones que te rodean?

Eres Papa o Huevo
Esta semana vamos a hacer un “reality check” y evaluar cómo estamos en nuestro interior (blandos o duros). Es momento de elaborar un plan para comenzar ese nuevo diseño interior o de ajustar el mismo para lograr ser mejores cada día.

Esta semana vamos a hacer un “reality check” y evaluar cómo estamos en nuestro interior (blandos o duros). Es momento de elaborar un plan para comenzar ese nuevo diseño interior o de ajustar el mismo para lograr ser mejores cada día. Aquí en nuestro blog hay muchas sugerencias que puedes utilizar. Seguimos trabajando juntos, porque quiero ser la mejor papa del mundo y ser papa es conectar.

Besitos☀️,

Misma

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