Lo que Cuentas de Tu Historia Edifica o Destruye

Todos tenemos una historia que contar. Todos tenemos situaciones y experiencias que han hecho que seamos como somos. Algunas buenas, otras no tanto, pero que nos han catapultado a ser quienes somos hoy.

Soy de las que piensa que hay historias que deben ser compartidas o contadas a otros. ¿Por qué? Porque nunca sabes cuándo vas a ser de inspiración a otro. Porque las cosas ocurren para que podamos conectar con otros también. Porque no solo se aprende por experiencia propia, sino en comunidad también.

Sin embargo, hay una línea bien fina entre las historias a contar. Debes saber qué parte de tu historia contar, a quién y cómo contarla. Me refiero a ¿qué capítulos de la misma contar? Verás, la parte de tu historia que decidas contar al mundo debe ser una que edifique y que sirva para empoderarte a ti y a otros. Que sirva realmente para inspirar; para traer algo positivo al mundo. No para destruir o para seguir dando vueltas en un círculo. No para darle más vida al dolor o al resentimiento. Esta es una línea que en ocasiones se cruza con bastante frecuencia, sobretodo en personas que quieren hacer libros, blogs, son motivadores, mentores, etc. Y es que las preguntas claves aquí son: esto que voy a decir ¿va a destruir la vida o la imagen de alguien? ¿Voy a prevenir un mal mayor que el que voy a causar? ¿Sirve de inspiración a alguien? ¿Cuál es mi motivación al contarlo o publicarlo? Por otro lado, si aun así decides escribir o contar tu historia, tienes oportunidad de no destruir con la misma. Elizabeth Gilbert, un día dando un consejo a una autora joven le dijo: hay libros que deben ser escritos y hay libros que merecen ser publicados. Hay momentos de catarsis escrita o hablada que son necesarios. De igual forma, no es necesario, publicarlo o poner esa información en las manos equivocadas o simplemente en otras manos.

Te voy a dar un ejemplo de una  historia que no necesariamente debió ser publicada aunque tal vez escrita. La actriz y figura pública a la que su esposo le fue infiel en innumerables ocasiones y escribió un libro de eso. Cuéntame, aparte de ser un desahogo, ¿qué bien hizo eso? Es cierto, esa es su historia. Probablemente todo es cierto. Estoy segura que tiene muchas personas que se identifican. Pero aparte de ganar dos o tres simpatizantes que pasaron por lo mismo, dònde es que está el beneficio. Por el contrario, destruye la imagen pública de su ex, luce despechada y ya la gente se olvidó del asunto. No hay legado permanente ni fruto permanente en ello.

Con la utilización de las redes sociales como medio de comunicación esto es más común. Es cierto que en ocasiones queremos explotar y contarle a los demás todo. Sin embargo, no todo merece ser publicado puesto que después nos salen los famosos “memories” y cuando los vemos nos damos cuenta de lo “changuitos” y “ridi (ridículos)” que fuimos en x momento o del daño que hicimos.

Comienza a manejar la información que cuentas de ti y de tu realidad de una manera más efectiva y constructiva. Cuenta tu historia, siendo selectivo con el contenido y con tu audiencia. No todo el mundo merece el privilegio de conocer todo sobre ti. Construye.

Contar una historia que aporte a los demás es conectar.

Abrazos solecitos☀️,

Misma