Vivir en Agradecimiento es conectar…

Constantemente leyendo mis redes o en mis encuentros con amistades y familiares me topo con la situación de personas que están todo el tiempo pensando en aquello que les falta. De todas las edades escucho la constante “quejadera”. Los estatus de “me apesta la vida”, “sería mejor no existir”, “aquí jarta de odio” y otros, llueven en facebooks de todas las edades.

Es cierto, a todos en algún momento nos ocurre que tenemos un mal día, una mala temporada o “racha”, un mal año. A todos nos pasa que nos ocurren cosas tristes o simplemente que llegado un día nos sentamos a mirar nuestras vidas y nos damos cuenta que no estamos donde queríamos estar. Que lo que habíamos soñado para ese momento no es una realidad. Entonces empiezan las comparaciones y teorías de porqué a “Juana” se le dan las cosas y a mí no. Empiezas a hacerte la película mental de las “supuestas trampas que hace Lolo” para obtener X o Y cosa. Que si tiene dinero. Que si los padres son adinerados. Que si se casó con uno(a) que era rico. Que el jefe lo(a) tiene de favorito(a). Y seguimos alimentando nuestra frustración, nuestro enojo, nuestras excusas (en la mayoría de los casos). Nos empezamos a repetir “tú nunca vas a llegar a nada”, “eres pobre”, “eres bruta(o)”. Y sigues rindiendo culto a todo lo que nos falta. Empiezas a vivir tu propia película. Cada vez añades más actores, más situaciones… Cada vez es más gráfica, más real. Hasta música de esa que te exprime el corazón le añades.

Luego te preguntas ¿por qué la gente no me hace caso? ¿Por qué nadie me ayuda? ¿Por qué me siento solo(a)? ¿Por qué no se me pega ni un catarro/gripe? Mire sencillo: a nadie le gusta andar con alguien que todo el tiempo se esté quejando. A nadie le gusta andar con la “amargura ambulante”. Nadie quiere ser amigo(a) de “quejín” y “lamentito”.

Es cierto que usted debe ser real y que todos pasamos por momentos difíciles, pero una persona que todo el tiempo se lamenta y que no tiene nada qué agradecer, no es alguien con quien ni usted mismo quiera estar. La negatividad, atrae más negatividad. El enfocarte en las cosas malas las aviva; les da poder. Si según te haces esa película de tus carencias, te hicieras esa película de lo que tienes, con todos esos detalles y la música “upbeat” de fondo, tu vida sería diferente. Le darías vida a ese cuerpo “macarena”. No porque todo te va bien. Sino porque a pesar de que no todo está espectacular, tú siempre le vas a encontrar algo positivo a tu día.

Hoy, te reto a conectarte en agradecimiento por una semana (7 días). Te reto a que hagas un cambio en el que por estos 7 días te levantes y hagas un ejercicio de agradecimiento sencillo:

  1. Durante la mañana antes de comenzar con tus labores haz un listado de 10 cosas por las cuales estas agradecido(a). Estoy segura que al principio será un reto porque a veces pensamos en cosas grandes. Ve por lo sencillo. Por lo que todos pasamos por alto. Ej. la vida, un nuevo día, tu familia (menciónalos a cada uno), tu pareja, tu trabajo que le provee un sustento, tu casa que te permite cobijarte y estar seguro, tu carro que te deja llegar a tu trabajo o universidad, el amigo que te da pon para la universidad, el vecino al que ves todos los días, tu ropa, tus zapatos, tu salud (aunque te duela hasta el pelo, tú tienes más salud que otros), tu plan médico, el cafecito de la mañana… ¡Tanto! ¡Tanto que agradecer!
  1. Y mientras mencionas todo eso o lo escribes (mejor) visualízalo en tu mente. Siéntelo. Sonríe. Respira.
  1. Una vez hagas tu lista de agradecimiento encomienda tu día al Ser Supremo (Dios, Universo, deidad, etc). Y pide que te dirija durante ese nuevo día.
  1. Ahora viene la parte más difícil del ejercicio. En la que me vas a odiar. Jajajja  Busca en tu mente, tres  personas que te incomodan, que te causan dolor; disgusto. No tienen que ser cosas grandes. Hay personas que dicen: “yo me llevo bien con todo el mundo”. Mereeee, usted sabe que eso no es verdad. Usted sabe que hay gente que le “revienta la úlcera”. Que como muchas veces digo: “le encebollan el hígado”. Envíale tus mejores deseos y amor a los tres. Dije a los tres. Pero, de corazón. Con honestidad. Trata.

Te aseguro que si haces esto por 7 días consecutivos vas a tener mejores días. Y que cuando las cosas aprieten tu respuesta a las dificultades va a ser distinta. La gente te va a preguntar: ¿qué estás haciendo que te veo más animado(a) y contento(a)? ¡Porque es que eso se nota! Al hacer esto estás conectando con tu Misma (persona, alma, emoción, energía).

Esta semana que en Norteamérica se celebra el Día de Acción de Gracias, aprovecha esta oportunidad que la sociedad colectiva y comercial te regala para ser agradecido al unísono con el resto de tu comunidad. Haz de tu vida un acto constante de agradecimiento.

Un abrazo fuerte mi solecito agradecido.

Misma