No siempre estamos bien. Y aunque suene simple, decirlo en voz alta todavía admitirlo incomoda a mucha gente. Vivimos en una cultura donde si a la pregunta de “¿cómo estás?” respondes “no estoy bien”, el silencio es sepulcral y la cara de la persona que tienes en frente se desfigura. La gente no sabe qué Continuar Leyendo…