No Hay “Fast Track” Para Los Procesos

No Hay “Fast Track” Para El Proceso

Vivimos en la época en la que queremos todo rápido. Las soluciones rápidas, atajos o en buen español “shortcuts” son la orden del día. Queremos sanar rápido. Queremos olvidar rápido. Queremos ver frutos rápido. Recoger donde no hemos sembrado. Para todo queremos una solución rápida y efectiva. Porque la vida es una, porque el tiempo apremia, porque todo es urgente. Pero se nos olvida que hay situaciones en la vida que requieren de procesos. Procesos en los que no hay no “Fast Track”, requieren tiempo y tienen sus etapas.

La naturaleza es sabia. Cada cosa tiene su proceso. Un árbol de chinas fue sembrado, creció, comenzó a dar frutos y esperamos el momento perfecto para cortar ese fruto y poderlo disfrutar. Acelerar el proceso es romper con el diseño natural de las cosas.

A menudo me encuentro con personas que me hablan de situaciones que son extremadamente dolorosas. Noticias fuertes de enfermedad inesperada, muerte de personas significativas, finales de relaciones de muchos años, desempleo de la noche a la mañana. Entonces los escucho diciéndome, “es que llevo tres semanas y no arranco”. Y yo: carajo! Llevas una vida con esto que acabas de perder y quieres ponerte una curita para sanar ese boquete que tienes en el alma! Ese espacio y vacío enorme que deja esa pérdida. Por más fe que usted tenga, por mas motivación, aunque sepas que en el fondo lo que pasó es lo mejor que pudo haber pasado; hay cosas para las cuales no hay atajos. No hay salidas rápidas. Las salidas rápidas son para el que no quiere trabajar las cosas, para el que busca llenar esa “pérdida” con otra cosa y al final resulta que está 20 años cargando con lo que no vivió porque se adelantó en el proceso. El dolor hay que vivirlo.

También me encuentro con personas que me dicen “habla con fulano porque no acepta lo que le está pasando y lleva 2 meses en eso”. Y yo me quedo como que “con quien tengo que hablar es contigo.Tù eres quien no entiende que necesita tiempo porque la aceptación de las cosas no llega de la noche a la mañana en muchos casos.” Nos ajoramos y ajoramos a los demás.

Todo madura en esta vida. Hasta el dolor. Todo ocurre en su justo momento. No quieras correr. No trates de huir. Vive. Siente. Date el espacio. No te estaciones por años tampoco en cada etapa, pero date la oportunidad de trabajar las cosas, de buscar ayuda y poder seguir adelante.

El disco nuevo de Kany García, Contra El Viento, tiene una canción que muy bien aplica bastante a lo que quiero transmitirte. Se llama: “Aunque Sea un Momento”. Y precisamente dice: “Solo gozaré del tope si viví en el fondo aunque sea un momento”.  Como le digo a mis coachees “go deeper”, “go darker” “go down” (Ve profundo. Ve a lo oscuro. Desciende.).  Y desde ahí, busca la luz. Tocar fondo no es malo, es quedarte ahí lo que te mata.

No es que te tires a morir, no me malinterpretes. Pero date la oportunidad de experimentar el dolor y desde ahí resurgir. No hay Fast Track para todo. Como dicen :“Sometimes the only way out is through.” Reconocerlo y vivir el proceso en cada una de sus etapas es conectar.

Abrazo rompecostilla,

Misma