¿Multitasking o Atención Plena?

Hace unos años se puso de moda el famoso “multitasking”. ¿Qué es eso, te preguntarás? Hacer varias cosas a la vez con la supuesta ventaja de ser más productivo. Es un poco como decía mi abuela: “dar misa y repicar las campanas”.

Este enfoque se aplica tanto en el ámbito laboral como en el personal. En el ámbito personal, muchas madres y mujeres profesionales dirían que está en su diseño y es parte de su rol. Sin embargo, no estoy tan segura de esto, ya que los efectos a largo plazo siguen siendo perjudiciales para la salud física y mental.

Este modelo fue y sigue siendo muy popular en el ámbito laboral, ya que un mismo empleado puede desempeñar varias tareas. Además, en el ámbito personal, aquellos que adoptan este estilo son como pulpos en el hogar: lavan ropa, hacen asignaciones, cocinan, etc. Todo al mismo tiempo.

¿Realmente consiguen “hacer muchas cosas a la vez”? Tal vez las terminen aparentemente en menos tiempo, pero a riesgo de una pobre calidad, tareas incompletas o vivir extenuados.

Estudios sugieren que, en realidad, el “multitasking” puede disminuir la productividad y la calidad del trabajo, ya que dividir la atención entre múltiples actividades puede llevar a errores y una menor concentración.

A largo plazo, el multitasking puede contribuir a la fatiga mental, el estrés y la disminución de la calidad del trabajo. Alternar constantemente entre tareas puede afectar la capacidad de concentración y la memoria a largo plazo. Además, algunas investigaciones sugieren que el multitasking crónico puede tener impactos negativos en la salud mental, como la ansiedad.

En lugar de hacer varias cosas a la vez, algunos expertos sugieren practicar la atención plena y centrarse en una tarea a la vez para mejorar la eficiencia.

En mi experiencia, el modelo de “multitasking” me funcionaba hace unos años cuando estaba más ágil mentalmente o tal vez menos cansada por otros factores. Sin embargo, a medida que los años han pasado, me he dado cuenta de que hacer muchas cosas a la vez no me es productivo. A veces tengo muchas tareas comenzadas y sin terminar en el día porque no logro concentrarme en una específica. No sé si es que ya tengo 50 años y eso me ha afectado, o si simplemente el modelo anterior no es para todo el mundo, o simplemente no es efectivo para nadie. Lo cierto es que estoy volviendo poco a poco al modelo de “una cosa a la vez” y me va mejor. Todo fluye más suavemente y logro completar las cosas con una buena calidad. Además, puedo recordar lo que hice, ya que antes eran tantas cosas a la vez que se me escapaban detalles.

La realidad es que no somos máquinas. No podemos imitarlas. No podemos producir en masa y esperar que la calidad del trabajo sea la misma. Y nuestra salud física y mental se verá afectada.

Analiza qué modelo te funciona mejor y actúa en consecuencia. El mundo cambia rápidamente y este agotamiento constante nos está llevando a ser cada vez menos productivos y nos está perjudicando en términos de salud. No podemos funcionar todo el tiempo en “modo de crisis”; el desgaste y la fatiga son reales.

Cuéntame después qué piensas de todo esto. Gracias por conectar.

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