El Grinch…

Por mucho tiempo he estado escuchando de distintas personas expresiones como “es que a mí no me gusta la navidad”, “odio la navidad”, “soy un Grinch”, etc. Siempre me toma por sorpresa el que me digan esto. No porque “religiosamente” no sea posible, porque en efecto es posible que la persona no creyente no le encuentre sentido a la festividad. Sino, porque todos los que me dicen esto son sobretodo, creyentes. Y porque en un momento dado de mi vida, pensaba yo misma que no me gustaba la navidad (por circunstancias que no vienen al caso ahora), me tomo el tiempo de ver qué es lo que ha detrás de ese “no me gusta…”. Me atrevo a decir que en el 99% de los casos no es la navidad lo que se detesta, sino algo que asociamos con la navidad. Literalmente el caso de “El Grinch” que no odiaba realmente la navidad sino lo que le ocurría de pequeño en esa fiesta.

Te explico: es que la fecha fue marcada por un evento traumático como la muerte de un ser querido. Son las discusiones y peleas familiares que ocurrieron en esas fechas. Es la desilusión de lo no recibido, del cariño o el familiar ausente. Es la soledad mientras otros festejan. Es la trivialidad de las fiestas de solo unos días contra un año completo de indiferencia. Son los comentarios hirientes en las fiestas familiares. Es el miedo de llegar a las actividades solo y que te pregunten donde esta la pareja que nunca has tenido o que ya no esta.

Lo cierto es que la razón va más allá de la Navidad. Es lo que asociamos a esa época. Entonces mi invitación es a que si estas pasando por eso, evalúes realmente si hay algo más allá de la navidad detrás de estas fechas y que si en el momento no puedes trabajarlo, al menos te des la oportunidad de crear tu propia version de la navidad donde te sientas seguro(a) y a gusto. A veces es tan sencillo como decorar la casa aunque estés sola(o), poner música, ver películas, ir a misa o a tu servicio religioso de denominación de preferencia, prepárate tu comida favorita, rodearte de amistades en lugar de los que no te hacen bien, no asistir a los lugares que te hacen sentir incomoda(o), etc.

No te autodenomines “Grinch” para decir que no te gusta la navidad. Date la oportunidad de conectar contigo y ver si realmente es la navidad o es otra cosa lo que te incomoda. Hazte el regalo de resolver este misterio y desde ahí crea nuevas memorias y tradiciones. Rompe con eso.

Feliz Navidad! ?

Un abrazo

Misma